Matusalén
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Matusalén (en hebreo: "cuando muera, será enviado") es la persona más vieja que se menciona en el Antiguo Testamento. Se dice que alcanzó la edad de 969 años. Según el Génesis 5:27: Fueron, pues, los días de Matusalén, novecientos sesenta y nueve años; y murió.
En el Génesis se le menciona como hijo de Enoc y padre de Lamec (a su vez, padre de Noé), a quien engendró con 187 años. Su nombre se ha convertido en un sinónimo general aplicado a cualquier criatura de edad avanzada: "tiene más años que Matusalén" o "es más viejo que Matusalén". Una lectura atenta del Antiguo Testamento revela que Matusalén debió morir el año del Gran Diluvio.
Esperanza de vida [editar]
Nuestros conocimientos actuales sobre la duración de la vida de una célula nos llevan a suponer que el límite natural de longevidad en el ser humano está por debajo de los 150 años. El récord Guinness de la persona más vieja permanece en el rango de los 112 a 122 años, pero el proceso para distinguir los individuos "super-centenarios" de los mitos de longevidades extraordinarias es complicado, pues los registros de nacimiento de finales del siglo XIX son muchas veces cuestionables.
Algunos sostienen que las edades extraordinarias de los patriarcas bíblicos son resultado de errores en la traducción: los ciclos lunares se confundieron con los solares, y las edades reales son 13,5 veces menores. Esto implica una edad de 72 años para Matusalén, que es aún una cifra impresionante, teniendo en cuenta la esperanza de vida en esos tiempos. Sin embargo, a otros autores esta teoría les parece dudosa puesto que patriarcas tales como Malaleel (Génesis 5:15) y Enoc (ibid 5:21) se supone que fueron padres después de los 65 "años". Si la teoría del ciclo lunar fuese correcta, se convertiría en una edad de unos 5 años y 2 meses.
Otra teoría relacionada con el cristianismo, atribuye la longevidad de los personajes bíblicos del libro Génesis, debido a vivir en épocas más cercanas a los tiempos de la perfección e inmortalidad del primer hombre, Adán; perfección que perdió al pecar contra Dios ("envejecerás y morirás"). Y por esta razón sus descendientes vivirían menos tiempo.
Según el judaísmo la primera persona que envejeció fue Abraham, y las personas anteriores eran más longevas porque eran más perfectos, ya que estaban más cercanos a Adán.